El licitador realiza y presenta un estudio del contenido del proyecto definiendo las obras objeto de la licitación que para ser valorado debe aportar un análisis y estudio específico de la obra licitada de acuerdo con los sistemas constructivos planteados, planificación de obra, gestión de la calidad, gestión medioambiental y medios de seguridad y salud que se emplearían en caso de ser adjudicatarios, pudiendo realizar así mismo todas las propuestas que considere convenientes en relación a la organización de las obras para lograr una ejecución de las mismas más ágil y/o con menor incidencia, siendo objeto de valoración las propuestas que en este sentido se estimen adecuadas.
Se debe realizar un análisis de la implantación de la empresa constructora en la obra. (Personal, medios auxiliares, acopios, planificación de trabajos en el tiempo, accesos, circulaciones, etc.) especificando el personal adscrito a la obra y las titulaciones de cada persona, analizando y describiendo los medios auxiliares necesarios para la obra en estudio, fijando qué medios y cuántos son necesarios de cada tipología, para qué trabajos se emplearán y su ubicación en la obra, especificando en el plan de trabajo cuando estarán en la obra, durante cuánto tiempo cada uno de ellos, estudiando el flujo de caja, analizando las áreas de acopios de material, áreas de escombros e instalaciones provisionales del licitador durante la ejecución de la obra, en definitiva el licitador debe demostrar que ha realizado un estudio de la implantación de la empresa en la obra, teniendo en cuenta todos los aspectos mencionados.
El documento a presentar en una licitación debe tener claridad expositiva en los documentos aportados, extensión, estructura y facilidad comprensiva de los contenidos descritos.